El presente le sonríe, pero él no se conforma y va por más. A los 23 años, Víctor Ezequiel Salazar está viviendo el mejor momento de su carrera. Al defensor nacido en Barrio Juan XXIII, que a los 14 años cargó sus valijas llenas de sueños para irse a Rosario, le bastaron seis meses para ganarse la titularidad en Central, que de la mano de Eduardo Coudet se convirtió en uno de los mejores equipos del país.

Aprovechando las vacaciones por la disputa de la Copa América Centenario, el “Mellizo” volvió a Tucumán para pasar unos días de vacaciones junto a su mujer, Xoana Barrientos (nació en Buenos Aires y juega al hockey en Atlético Provincial de Rosario), y a su hijo, Francesco Daniel.

El lateral, que es mellizo de Nahuel, jugador de San Jorge, visitó LG Deportiva para analizar lo que está viviendo con la casaca del “Canalla” sobre la piel.

“La continuidad que me dio Coudet me permitió afianzarme en un puesto donde también pueden jugar Pablo Alvarez y Paulo Ferrari, dos jugadores con mucho rodaje en el fútbol argentino. Soy consciente de que todavía me falta seguir sumando experiencia, pero lo bueno es que estoy en el camino correcto. Acá no hay secretos, tenés que mejorar en el día a día para no perder terreno”, señaló.

Orgulloso

Salazar se siente orgulloso de formar parte de una camada de juveniles que ya se destacan en Primera división, como Giovani Lo Celso y Franco Cervi. “Esa es una de las cosas positivas que tiene Rosario Central. Es un club que mira muchos a las inferiores y cuando tenés condiciones, tarde o temprano vas a tener tu posibilidad. Eso sí, cuando llega hay que aprovecharla al máximo porque hay tantos buenos jugadores que difícilmente se repita. Todos los juveniles tenemos que agradecerle la confianza que nos tuvo el ‘Chacho’ desde que asumió”, indicó.

Mientras en lo personal vive un momento inolvidable, en lo colectivo le queda el sabor amargo de no haber podido ganar un título nacional o haber avanzado en la Copa Libertadores.

“Todavía me dura la bronca de haber quedado afuera de la Copa en el último minuto de juego ante Atlético Nacional, de Colombia. Lo que nos deja tranquilos es que dejamos todo en el campo de juego y posibilitamos que Central vuelva a ser protagonista en un certamen internacional”, acotó.

Las buenas actuaciones en este último semestre le abrieron la posibilidad de estar en la lista de jugadores preseleccionados para los Juegos Olímpicos y ser mencionado entre los posibles refuerzos que Marcelo Gallardo quiere para el River 2016/17. “Esto es como soñar con los ojos abiertos. Que Gerardo Martino y Gallardo me tengan en cuenta es un aliciente para seguir trabajando. Por el momento no quiero hacerme ilusiones y sólo me dedico a gozar estos días de descanso junto a la familia”, señaló Salazar, quién es un confeso hincha de San Martín, por lo que está contento por el presente de la entidad de La Ciudadela, finalista del Federal A.

“¡Qué lindo sería que San Martín pueda obtener el ascenso! Tucumán se merece tener dos equipos en las mejores categorías del fútbol argentino”, destacó.